reclamación
No lo sabíamos.
Ni ellos, ni yo.Vivimos el éxtasis de Eros.
Nos ahogamos en la carne.
Nos perdimos en el deseo.
Bebimos la noche,
entumeciendo el alma.Bailamos en los niveles más bajos de la conciencia.
El hedonismo nos sostuvo,
el placer era un dios,
la piel, su templo.Creímos que era solo cuerpo.
Creímos que era solo deseo.
Que la piel podía entregarse
sin que el alma se diera cuenta.Pero el alma escucha,
aunque la mente calle.
El cuerpo recuerda,
aunque el corazón olvide.Y sin saberlo,
dejamos hilos tendidos,
pactos invisibles,
ecos de lo que dimos
sin saber lo que dábamos.Qué ingenuidad…
Pensar que el olvido
rompe lo que la energía une.Hoy me llamo de vuelta.
Hoy suelto los nombres,
las manos,
los besos.Desato los lazos.
Deshago los nudos.
Disuelvo las sombras.Te libero.
Los libero.
Me libero.No con rabia.
No con rencor.
Sino con la certeza
de que mi energía es mía.Y la reclamo.
La tomo entre mis manos.
La acaricio con amor.
La envuelvo en mi aliento.Porque mi fuego es mío.
Mi cuerpo es mío.
Mi alma es mía.Reclamo mi energía.
La sostengo en mis manos.
La siento arder en mi pecho.Es mía.
Siempre lo fue.No renuncio al placer,
lo sublimo.
No reniego del deseo,
lo santifico.Y te espero aquí,
más allá del cuerpo.
Donde la energía se eleva.
Donde el alma despierta.Si vienes,
ven con conciencia.
Con el corazón abierto,
las manos limpias,
el espíritu despierto.Aquí no hay cadenas.
Solo vuelo.- Nina B